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Prólogo de August Bruguera Escribir un libro no es algo sencillo ni habitual. Llenar de contenido 416 páginas, es un acto de modestia y generosidad infinita. Desde que soy profesional de la odontología me tocó vivir varias revoluciones significativas: tomar el diente natural como patrón estético, la implantología, la cementación adhesiva... y ahora la digitalización. Pero en todo este ir y venir, en este constante cambio de rumbo, cambio de patrones... hay un parámetro que nunca se desestimó: el diagnóstico. El plan de tratamiento persiste y persistirá. Saber hacia dónde nos dirigimos es parte fundamental de nuestro viaje. No importa si la odontología en digital o analógica, siempre necesitamos un rumbo dónde aproarse. Para mí, el encerado diagnóstico continúa siendo el paso más importante en un tratamiento odontológico. Sin él estamos perdidos.